Jacobo peleó con (un hombre de) Dios hasta el amanecer.

‘Y a pesar de todo sigo vivo’ dijo. (Gen. 32: 25.31)

Mejor seguir peleando con uno que arrojarlo rápido.

Igual cuando se trata de Dios.

No lo tomes al pie de la letra desahogándote con el saco …