Alain Senez, 2012

Esa obra de arte es pareja del altar de los Acuñadores de Moneda en el transepto norte. Mientras ésta acentúa el poder del dinero, aquí se trata más bien del fenómeno de los medios de comunicación. Hemos aquí los dos poderes determinantes que dirigen nuestra sociedad actual.

Tras una estancia solitaria de más de 40 años en los sótanos, la estatua de San Francisco de Sales ocupa hoy día un nuevo lugar en la iglesia por ser él el patrono de los periodistas. Esta mudanza impulsó la creación de una obra contemporánea por el artista francés Alain Senez, famoso por su don magistral de reproducir la luz.

Cada día nos inunda un maremoto de información desde innumerables fuentes. Surge la pregunta clave ‘¿Qué es la verdad?’, la mismísima pregunta que formuló Poncio Pilatos a la hora de sentenciar a Jesús (‘Quid est veritas?’;John 18:38). Cuanto más información, más pertinente resulta la pregunta de Pilatos. Exhibiendo un ejemplar de la ‘Corriere de la Sera’, el artista pone en claro que no sólo el monopolio es una posible fuente de manipulación; la imagen de la‘Pravda’, el periódico de la antigua Unión Soviética, insinúa que el gobierno mismo también puede jugar el mismo papel.

Y aquí surge Plato con su parábola de la cueva: mientras permanezcamos en este mundo físico, somos limitados por nuestra posición en tiempo y espacio, sobre todo en cuanto se trata de sabiduría.

Será finalmente en el más allá –el eterno mundo de ideales- donde podremos librarnos de toda restricción posicional, lo que nos permitirá captar la entera verdad. ¿Tenemos que contestar a la pregunta de Pilatos que no existe algo que sea la verdad? ¡En absoluto!: la pregunta por la verdad debe seguir fascinando; es una invitación para irnos de exploración sin parar, con la meta de acercarnos lo más que podamos a la verdad y captarla de algún modo.

La figura clave es San Francisco de Sales que está retratado tres veces : en nuestro mundo mediante un retrato barroco idealista en la pared, al fondo caminando como santo celestial en el más allá, y proyectado como tal en una pantalla, pero como una figura descordante, otra vez alejado de la verdad.

La pregunta sobre la verdad no sólo es importante para Hercules Poirot o para filósofos de recámara, sino que también llama a la puerta de la vida de Ud. ¿Interpreta de esa manera la cámara en el rincón arriba a la derecha?